domingo, 7 de febrero de 2010


Pasaron muchas cosas, el tiempo sabe que uno no cambia solo físicamente, de vez en vez mi mente reclama un consejo, unas palabritas, un empujón para poder mirar para delante.
Pasaron los meses, calmó la angustia, aceptar el dolor no es dejarse ganar, pero se supone que desgraciadamente, uno a todo se acostumbra y aún yo no entiendo porque las cosas tomaron este destino. Quisiera escuchar un solo susurro de tu voz, saber que cuando caen las lagrimas, realmente estas a mi lado y mi espalda se encuentra protegida.
No creo que exista el cielo, no importa que exista mas allá, hoy no te veo y eso es una piedra muy grande, que de a poco a poco se aprende a saltar, a veces me cuesta volver a confiar.. Mis ojos llenos de infierno reclaman un poco de tu sensatez y mis oidos (..sordos) quieren escuchar la magia de tu voz. Mis recuerdos no te olvidan, crecí a la par de una ilusión rota y así me tocó ser. Se que cuando mis pies se cansen de caminar van a ser tus manos quienes me llevaran a lo más alto de tu prisión, no te olvides de mi.. Jamás podría borrarte de mi alma, mamá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario